Rafa Nadal se retira de Wimbledon: “Estoy muy triste”

Rafa Nadal ha llevado a España a lo más alto en el mundo del tenis, pero parece que el mallorquí está sufriendo algunas lesiones que le impiden dar el 100% en el terreno de juego. El tenista sufrió fuertes latigazos abdominales durante su partido contra Taylor Fritz, y las pruebas médicas no arrojaban los mejores resultados. Nadal tiene una rotura de 7 milímetros en uno de los músculos abdominales y a pesar de ello dejó claro que quería jugar en la semifinal. Sin embargo, parece que lo ha meditado y ha cambiado de opinión. “No quiero ir ahí fuera y salir sin jugar al nivel que necesito (…) Hay una oportunidad muy grande de que las cosas empeoren. Hace un tiempo vi mi carrera muy complicada por una lesión en el pie, hay cosas peligrosas que pueden parar mi carrera”, explicaba Nadal, dejando claro que está “muy triste”.

No es la primera vez que Rafa demuestra ser un luchador incansable. En la edición del US Open del año 2009, fueron 2 centímetros con los que acabó el torneo y disputó la semifinal. Sin embargo, los años pesan y Nadal ha dejado caer en alguna ocasión que se plantea dejar el tenis, especialmente ahora que va a convertirse en padre junto a Mery Perelló. La preocupación se extiende entre los seguidores del tenista y, fundamentalmente, los miembros de su familia. Sebastián, padre del tenista, se convirtió en uno de los protagonistas del polémico partido.

Sebastián se encontraba en las gradas disfrutando del partido que disputaba su hijo contra Fritz, pero no pudo soportar ver a Nadal sufriendo y le hizo gestos para que abandonara el terreno de juego. Nada como un padre para recordarnos aquello de “la salud es lo primero”. Las cámaras captaron el momento que se convirtió en viral en cuestión de segundos. Nadal se metió en el vestuario en busca del equipo médico y finalmente volvió a la pista de juego para seguir con el partido.

¿Estamos ante el final de la carrera deportiva de Rafa Nadal? El tenista de 36 años confesaba en el programa de Bertín Osborne que el confinamiento le pasó factura a nivel físico. “El confinamiento me vino bien para las rodillas pero no para el pie. Tenía el pie totalmente destrozado. Pasé unos meses difíciles. Un par de semanas antes de Roma, no sabía cómo iba a llegar”, confesaba Nadal que afortunadamente logró sobreponerse.

 

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